Nada más que sueños, una canción para la vida
Estoy muy feliz de presentarles mi nuevo tema llamado «Nada más que sueños», una canción que habla sobre el amor propio y el seguir transitando las emociones de la vida, a pesar de los desaciertos. Este tema busca confortar el corazón de quien lo escuche y que se sienta abrazad@ por su calidez.
En cuanto al aspecto musical, se trata de una exploración de la fusión de Gaita de Tambora del Sur del Lago con elementos del Sangueo de Caraballeda y el Sangueo de San Millán
Aquí les dejo más información sobre estos golpes de tambor:
Gaita de tambora: https://www.youtube.
Sangueo de Caraballeda: https://www.
Sangueo de San Millán: https://www.youtube.
Es, además, una canción de la cual me siento muy orgullosa pues trabajé todos los aspectos de ella, desde la letra, música, arreglos, grabación, producción, instrumentación, edición, mezcla y masterización. Los equipos utilizados fueron una Focusrite 2i2 de 1ra generación, 1 micrófono CM25 y el DAW de Cubase Pro 14. La guitarra es una Peavey PVI 392 (la misma de mi época de la Estudiantina en el año 2011) y los tambores los hice con un tambor marca Remo tubano, así como unos bongó marca Dixon, todo de segunda mano y que son mis caballitos de batalla por siempre.
Asimismo, agradezco a Andy Ortiz Urbina por haber grabado las guitarras ambientales, a Carlos Peña por su feedback y sugerencias sumamente oportunas y acertadas, y a Francisco «Coco» Díaz, mi maestro de producción musical en esta canción (¡y en tantas otras!)
Del voicenote a la canción final El camino de la producción

 «Nada más que sueños» surgió en un momento de decepción. Pensar si pude haberlo hecho de manera distinta para obtener un resultado diferente. Los infames «what if?»… Ante estos momentos de autocastigo absoluto, me puse a reflexionar y vi que, justamente, esas emociones eran las que me movían, las que me hacían ver que sí, que «estaba viva».
Ante esto, regresé a mi casa en Los Anaucos, entre mis montañas, mi verde, mis pajaritos (especialmente el Cristofue), y escribí esta canción. Una idea hermosa en donde la guitarra y la voz son protagonistas y que es una celebración a seguir intentando a pesar de todo.

Desde que escribí el tema, hasta hoy han pasado muchas cosas. Sin embargo, el mensaje sigue tan vigente como el día 1. Acá abajo dejo el voicenote original de la canción y podrás entender la evolución de la canción, así como la vibra que tomó en la versión final.
¿Cómo llegué a este sonido?
Gracias al camino musical conocí a Francisco «Coco» Díaz hace años. Luego de haber trabajado con Claudio Ramírez (Los Humanoides, entre otros) en el disco de MAAN, posteriormente se plantea la posibilidad de trabajar con Coco para las nuevas canciones de Isla de Focas.
Con Coco hicimos una sinergia espectacular en donde pudimos lograr canciones muy bellas como la versión de «Ocarina», «Tierra y Corazón» y «Tiempo» de Isla de Focas. Nos llevó a lograr un sonido más potente y cohesionado, además de entender a la perfección la dirección artística que buscábamos.
Radicado en México, luego de haber tenido un súper estudio acá en Venezuela llamado «Sonofolk», Coco se decide emprender un camino de educación de producción musical a través de internet, con su proyecto «Ser productor de música», donde tiene cursos y comparte tips e información valiosa sobre producción musical.
Gracias a esto, hice el curso de «de idea a sonido Pro», en donde en un par de semanas logramos pasar de una idea sencilla a una producción completa, hecha desde casa con los implementos que ya tenemos. Con este curso fue que desarrollé un método de producción musical más completo y estructurado, y logré producir este tema que, a mi juicio, quedó hermoso.

A todos a quienes les interese aprender de producción musical les dejo el curso de Coco para que lo chequeen y se animen. También pueden leer el blog y las guías gratuitas que tiene que son de muuuucha ayuda.
 
  
  
  
 